viernes, 19 de septiembre de 2008

Woody y el sueño

Lo que no sabía yo es que en Espronceda 14 vivía un dragón, uno de tantos. Uno de esos ogros maleducados y desafiantes que incumplen su palabra. Lo dejaremos aquí, ya le he dado demasiadas vueltas.


De esta guisa, hoy a las 7 aparece en escena Princesa 3, y ya está en la recámara Galileo 50. Crucemos los dedos. Ya se ha convertido en una obsesión el encontrar un lugar donde descansar cuerpo y mente. Algo digno, nada más.


Y paso el día medio dormido tras una noche de cuatro horas. Ayer, cena de despacho y fiesta con los compañeros. De lujo. Hoy, un revolcón en los medios de la planta 8 y vuelta a coger los trastos.


La tentación de encontrarme con Woody esta noche se pelea con mis ganas de dormir, y según se llegan las seis y media, finalizo una semana dificil que me trae un viernes solitario y tranquilo, presa fácil del teléfono y la nostalgia.


Hoy he vuelto a coger el móvil totalmente inconsciente buscando la "J" para llamarte. Qué duro es todo sin tí, qué real y qué frío.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Seguro que si esa "J" todavia estuviese, todo seria mas facil. Estoy segura de que era quien nos daba tanta suerte :(

Animo, lo encontraremos, y digo "lo", no "la" xD