jueves, 16 de abril de 2009

Recuerdos

Cuando pienso en Enrique, son varias las cosas que se me vienen a la cabeza. El camino a la calle Bolivia, la leche Pascual del frigorífico, los cuentos que tenía María Esther y que escuchábamos en su habitación. Ver crecer a Paloma. El humo infinito del winston, y esa tos profunda y sin fin que tanto me asustaba. Le recuerdo con porte, con clase y elegancia, con andar torero incluso cuando llevaba bastón (más aun si cabe).

Recuerdo aquellas tardes en casa de Enrique como auténticas lecciones de vida, recuerdo a Kiko a su sombra, mirandole con ojos que escuchaban por si solos. Recuerdo a mi padre junto a él, las conversaciones, las discrepancias. Recuerdo y sufro al pensar en la distancia, en el tiempo que pasa inexorable.

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