martes, 3 de febrero de 2009

Tu soledad


Son días de nieve y de tormenta, de violencia en el viento. Al llegar la noche, viajo sin remedio hasta esa terrible soledad que pasas, esa que imagino en tu casa de Asturias vacía, en el jardín, en las rocas de los acantilados de Cuerres donde tu mirada es más amplia que el mar.


Y sufro sin consuelo pensando en el frío que todo lo ocupa, en esa oscuridad desconocida de tu silencio. El tiempo pasa y no vuelves, y el laberinto de aire que diviso está muy lejos todavía. Aquí quedan los ecos, las voces como la tuya, que canta mejor cada día como la de Gardel.


Ya no se en qué playa caminarte, en qué bar beberte, en qué manos abrazarte cuando siento miedo. A veces parece que estás detrás de mi calmándome, sonriendome, acariciando mi pelo dulcemente como me dijiste que harías.

No hay comentarios: