viernes, 30 de mayo de 2008

Revivir

Comienza a llover en Madrid a esta hora, cuando la tarde duerme en una oficina casi desierta y tranquila. Observo el horizonte, los altos edificios, y al fondo diviso la Sierra por donde pasaré con el coche en un par de horas, rumbo a Valladolid.


Mientras tanto, escucho a Luis Alberto del Paraná en mi ordenador, y te veo cantando en el porche de Mojados. Si me quedo quieto, escucho tu voz en lo más profundo, y allí estamos todos contigo y el rasgar único de tu voz y tu guitarra.


Mi mente viaja estos días un año atrás y lo revive todo: los puentes de mayo juntos en Asturias, nuestras conversaciones, ese silencio que se iba adueñando de tu espíritu poco a poco, el miedo que tenía de perderte.


Y aquel viaje a Barcelona para conocer a tu nieto Juan, que este domingo cumple un año.


Y el tiempo pasa inexorable, pero no aleja el olor de tus manos de mi memoria.

No hay comentarios: