lunes, 5 de mayo de 2008

Barcelona

Necesitaba parar, irme a los medios y darme tiempo. Y qué tiempo.

AVE a Barcelona, dormir en casa de mi hermano. Casa nueva. Desayuno en terraza, bus 39, Pau Claris-Aragó. Paseos, sol, mitjanes, charlas continuas, arrumacos al estilo guiri. Caricias de porcelana, cansancio, despertador conocido.


Piramidón, caracoles en salsa, Hangar, el tranvía soñado. Barbacoa con velas, cama de agua.


Tarragona, recuerdos compartidos, caprichos de mar, segundo baño de mi vida. Más cansancio.


Gavá, Adela, Rufo, Rocky, Jordi, la tortuga y demás miembros del circo. Divino circo del cariño. Limpieza, nervios, cama de fuego, despertador intempestivo, legañas de cemento. Contenedores de basura que no se abren y el taxi del silencio. AVE a Madrid con señora de peli de Buñuel.


Un adiós doloroso, trabajo liviano, un rechazo a una propuesta. Y la espera. Hasta dentro de diez minutos cuando vendrás a mi puerta a recordarme cual es el sentido exacto de todo lo que hago.


Cine. Cama de nubes.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Lo mejor de todo, sin contar el grandioso circo, fueron los torreznillos de vuelta!!!!!!!

:)