miércoles, 7 de abril de 2010

Primavera

Al único dragón que existe


Llega nueva y fresca esta primavera. Diferente. Nuevos paisajes van llenando las páginas de mi pequeño pasaporte, lo cubren de hojas verdes y de chorros de agua, de chimeneas gigantescas que escupen vapor de agua como si fuese una maldición que olvidar.

La soledad hay que quererla cuando se tiene, hay que aprovecharla si va a ser nuestra compañera por un tiempo. En mi caso, los días de la semana serán para mí y para los nuevos figuras que me encuentre en la central. Mas de momento, disfruto el balneario regalado, el silencio, los pueblos por descubrir. Es curioso cómo en dos días se selecciona la tienda, se tacha un restaurante y se elige una de las dos camas. Estamos constantemente llamados a elegir, la vida es una pertinaz selección, sin duda.

Lógicamente no es todo bueno lo que trae la soledad. Hoy, en un restaurante que no he tachado, me han ofrecido un vino que he sido incapaz de beber, porque me parecía una herejía beberme un Sotillo sin mis amigos de El Paleto. Creo que encontrarlo en Trillo es una señal. Pero donde más me doy cuenta de estar solo es en mi propio disfrute. Me falta mi dragón -aquel al que le están saliendo las alas para volar- y mefalta entre al agua burbujeante, debajo del los chorros a presión, en la película que vi esta tarde, y en la cama vacía de al lado, que a buen seguo también estaría vacía si ahora de repente entraras por la puerta con un golpe de cola.

Pero también las lágrimas del dragón son curativas, alargan la vida y el amor, incrementan la dicha. Bebo de ellas en la distancia, en esta luz ténue de hotel que tiene mucho del jazz que escucho ahora y que me inspira a tragarme una de Bogart o de Cagney. Tal vez mañana.

Veo fútbol, mal-ceno y hablo solo comentando las jugadas. Luego callo y escucho a una pareja de buhos que se hablan en la noche. Y mientras, espero que suene el teléfono que me ha de llevar hasta tí, para recoger más besos, más palabras y más lágrimas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Las llamas de un dragon... de papel.