lunes, 25 de febrero de 2008

"No country for old men"

Cuando salí de ver "No country for old men" no tenía ninguna duda de que se trataba de una obra maestra. Y más aun reforcé esa sensación a medida que pasaban los minutos y escuchaba a la gente decir "¿Y qué quiere decir el final?". Almas de cántaro...¡no habéis entendido nada!


Pues queridos míos, he ahí una de las grandezas de este peliculón que, tan justamente se ha llevado los Oscar principales. La película es tremendamente lineal, efectiva, sorprendente, definitiva. Los actores brillan desde el primero hasta el último, y Javier Bardem ha recogido "el muñeco" que hace justicia a todo un elenco de actores maravillosos.


No solo la historia, sino la forma de trazar el guión y los diálogos, le confieren al film un carácter único. Muchos la han querido comparar con Fargo...insensatos, no tiene nada que ver.


Pero sobre todo, el alma de la película está detrás de la cámara, y es ahí donde se crean las películas que pasan a la historia. Los hermanos Cohen siempre han hecho un cine destacable. Pero en "No country for old men" han bordado la palabra con letras doradas. Su forma de concebir el plano, la sucesión de escenas, la tremenda imparcialidad con la que afrontan cada toma, la hondura de su luz y de su penumbra. Creo que hacía mucho tiempo que no se hacía tanta justicia en Hollywood como este año, porque es tremendamente merecido el premio simultáneo de película, director y guión adaptado.


El "muñeco" de Bardem, es también merecidísimo. Bardem compone un personaje brurtal, acompañado por un maquillaje, y sobre todo una peluquería muy efectivos. Aquellos que hayan visto la película doblada, no podrán entender nunca la dimensión del papel de Bardem. Los que, con buen criterio, se hayan desplazado al cine de Versión original, habrán disfrutado con un actor de verdad, con mayúsculas, dueño al 100% del personaje y de sus actos en cada minuto. A nivel personal, hablaríamos en otro sentido, pero como actor es inmenso. Bravo por Javier Bardem.


Ver esta película es entender cómo al esencia del buen cine no se pierde con el tiempo ni la modernidad. Solo hay que estar a la altura de la misma, aunque eso, es patrimonio de muy pocos.

viernes, 22 de febrero de 2008

Tilbake i Norge

Que quiere decir: "De vuelta a Noruega". En un par de días he solucionado un dilema de meses y me he decidido a viajar (gracias, entre otros motivos, a tu apoyo incondicional).


La clave: una nostalgia atroz y una oferta de vuelo irrechazable. Parece increible que sea más caro ir en AVE a Valladolid que plantarme en tres horas y media en Sandefjord. Pero así es, y hay que aprovecharlo. Un pequeño viaje de cinco días para mirar en el fondo del fiordo y buscar mi reflejo, aquel que dejé por allí hace ya 17 meses.


Precisamente en febrero se han cumplido dos años de aquel día en que pisé por primera vez suelo nórdico, y recuerdo a fuego vivo aquel instante, aquel aroma del aeropuerto, aquel paisaje nevado y aquella primera noche de divina soledad.


Ha pasado tiempo desde entonces, y han pasado muchas cosas. Se perfectamente que Noruega nunca será lo mismo para mí, pero también se que, merced a todo lo que viví allí, esa Tierra es única en mi vida, inigualable, y nada le hará bajar de ese Olimpo personal en que la tengo, y también se que estaré ligado a ella de por vida. Me propuse ir a Porsgrunn dos veces al año, y de momento estoy cumpliendo, ya que es la tercera vez que retomo mis pasos hacia el sur de Telemark.


Muchas son las sensaciones que me llenan por completo, pero son las positivas las que ganan. Solo imaginar un anochecer en Skiensgate me emociona, el camino hacia el supermercado Hovenga, el silencio de la tarde, el frío en mis mejillas, bajar la calle Storgata hasta el centro y tomarme una cerveza en Kaffe K, y pasear por donde paseé mi amor coln Nuria, y oler la naturaleza que olí con mis padres, y disfrutar del espíritu que disfruté con mis hermanos.


En parte quiero volver porque siento que todo ello me está allí esperando, como inmóvil en el tiempo, como un natural lento que dura siglos, como un perfume eterno que se dosifica.


El próximo jueves vuelvo a Noruega y, aunque parezca paradójico, volveré a sentir la delicia que es echar de menos a aquellos que me esperan al otro lado, y serán, todos ellos, mi última visión cuando anochezca. Todos juntos como entonces.

miércoles, 20 de febrero de 2008

Las cosas son así (N)

No se si Ella lo sabe (N), y en verdad, me importa poco. Pero lo que está claro es que las cosas son así, y así quiero que sean.




No se si sabe que antes de ella era mucho menos que ahora. Y antes, también era mucho más en ciertas cosas que ahora. pero todo a mejor, y todo por ella. No se si sabe que es sencillamente el motivo que me insta a seguir en la lucha y a enterrar cada noche todo cuerpo que maté durante el día. Tal vez no sepa que solo ella saca de mí una sonrisa auténtica, y que solo ella acuna mis temores con su rostro, con su mirada y con su voz. Y en el silencio, me mece en un sueño de esperanza en el mañana, porque ella lo construye mientras yo descanso.




No se si sabe que intento ser mejor por ella, que quiero apartar de mí todas mis plagas para que pueda amar a un hombre íntegro, que quiero ser aun más que ahora, y también en ciertas cosas ser menos que ahora, pero todo a mejor, y todo por ella.




Puede que no sepa que hoy, cuando cruce la puerta, pensaré en ella para no tener miedo, para tener menos miedo del que tengo. Pero lo haré, así es y así quiero que sea, y la brisa de la ría calmará mi ansiedad.




Puede que algún día ella vea un nuevo "yo", y yo con ella. De momento, me esfuerzo en que sepa, si es que aun no lo sabe, que le amo con todas las fuerzas de mi alma.




Puede que no sepa que dentro de mis miserias, es ella quien me hace feliz. Y después de todo, no hay que buscar muchas preguntas ni muchas explicaciones. Sencillamente, las cosas son así.




Así son, y así quiero que sean. Así van a ser.

lunes, 11 de febrero de 2008

Fin de semana y un sueño.

El fin de semana ha tenido de todo, pero por nota general, ha reinado esa calma placentera que se asienta en Alenza 14 los sábados por la tarde, cuando se van apagando los astros y el silencio cómplice se camufla entre respiraciones, tecleos y sonrisas. Cine en la noche, como mandan los cánones, en versión original. "No es país para viejos", muy recomendable, aunque no es "Fargo".

La desgracia, una vez más, en forma de balón de fútbol y de siete goles que se le ocurrió marcar al madrid ante el humilde (y demasiado valiente) Pucela de Mendilibar. Y vuelta a saborear los últimos estertores de la calma de fin de semana.

Los domingos solemos acostarnos tarde, como si quisiésemos prolongar la dicha, como si el lunes estuviese más lejos de lo que parece. Apagar la luz un domingo es triste, porque se cierra el paréntesis que se empezó bajando la persiana el viernes por la noche.

Y para colmo, éste lunes no ha sido fácil, y todo ha comenzado con un terrible sueño que he tenido ésta noche. Sentía un dolor horrible en la mano. Me miraba y veía una herida supurante. Apretaba la herida queriendo extraer el pus y cada vez que lo hacía, me salía una hormiga del dedo. Así una y otra vez durante horas. De repente, presa del pánico, estiraba la mano como queriendo expulsar de mí todo aquello. Me ha despertado un quejido de Nuria ya que, al estirar la mano en sueños, también lo he hecho en la vida real y la pobre se ha llevado un buen recado, aunque no creo que se cauerde.

Aun tengo la imagen de aquellas hormigas saliendo de mi mano. Me ha horrorizado durante todo el día esa sensación que me ha poseido durante gran parte de la noche, con un realismo espantoso.

Yo lo que interpreto, es que aun queda mucha mierda por sacar de mis entrañas.